NO BASTA

LO DIFICIL QUE ES SER PADRE
lo que más nos asusta o preocupa es, sin duda alguna, el convertirnos en cabeza de familia: ser padre no es cosa fácil, y tampoco algo que se aprenda en escuela alguna.
Pero, ¿de quien vamos a ser padres, si los hijos son cada vez más independientes? ¿Cómo lograr alcanzar las metas de la paternidad, cuando los tiempos actuales nos arrebatan a los herederos desde muy temprana edad?

El hecho de considerarse padre implica el ser amigo, el poder conversar y aprender de los errores de todos, para aplicarlos en los consejos a los hijos y los que están aún en una etapa de formación y se acercan a nosotros; ser padre es también procurar la sencillez para escuchar, asimilar y responder adecuadamente. No nada más es llevarlos al registro civil y aparecer en el acta de nacimiento. Tampoco lo es el poder enviar una jugosa (o pobre) pensión a los que dejamos ahí, , para que se formen como puedan. No.

Ser padre es un poco más que eso, desde nuestra experiencia y nuestro punto de vista: ser padre es analizar qué hacen nuestros hijos, apoyar sus acciones, entender por qué se llevan a cabo. No regañar sin saber por qué están haciendo algo que no nos gusta, sino tratar de comprender las causas de ese comportamiento inadecuado para nosotros.

Ser padre es aprender juntos, porque finalmente, ellos nunca habían sido hijos, y nosotros nunca habíamos sido padres, por lo que debe de darse una comunión de actitudes, afectos, comunicación.

Es entregar mucho amor a las cosas que realizamos, a fin de que puedan convertirse en un alegre y buen proyecto. Ser padre es motivar a los hijos a alcanzar sus metas, no a frustrar sus acciones.

Ser padre es ponerse en el lugar de él o ella, para poder entender mucho de lo que piensa y hace.

Ser padre es, sin duda alguna, el mayor y mejor legado que puede tener un hombre en su vida, cuando alcanza a tomar esa pequeña mano sudada y sucia, que curiosa y tiernamente se acerca a la nuestra, para acompañarla de movimientos que se convierten en las caricias más importantes del hombre. Es mantener el espíritu de lucha por ellos, acompañarlos, amarlos, escucharlos, abrazarlos y decirles muchas cosas más.

Ser padre es la mayor bendición , y es menester aprovechar esta actitud de ellos hacia nosotros, porque en tanto aprendemos a ser padres, queremos dejar de ser hijos, y las dos cosas van de la mano.
Aquí les dejo un video que habla precisamente de Ser Padres

Franco De Vita No Basta